El impresor tiene dos maneras de incluir texto en la portada, aparte de hacerlo manualmente: usar tipos móviles o recurrir a un grabado en madera (la calcografía -grabado en metal, habitualmente cobre- es un recurso infrecuente  en la imprenta incunable).

Además de estos dos procedimientos, el impresor cuenta con otras posibilidades: tipos móviles para el texto y una o varias xilografías (marcas tipográficas, ilustraciones, orlas de una o más piezas xilográficas,  un grabado con espacios previstos para componer texto con tipos móviles, etc.
La portada xilográfica utiliza exclusivamente uno o varios grabados en madera. Son más frecuentes que las tipográficas cuyo empleo se hace más patente a partir de mediados de los ochenta. Alemania y España las emplearon en mayor medida que el resto de Europa.
Ungut y Polono o la imprenta salmantina atribuida a Nebrija se valieron con frecuencia de este tipo de portada.

El uso de esta técnica permite diseñar la página, acomodando imagen y texto a su tamaño, jugando con las disponibilidades de las cajas tipográficas y de los tacos xilográficos. 

RB I/15

El empleo de los caracteres góticos en las portadas xilográficas es mayoritario. La aparición y el desarrollo de las letras romanas tuvo una geografía y una cronología más tardía y variable en el panorama europeo

I/67: en los tipos de la palabra Terenti[us] se aprecia un intento de romanización: en la grafía de la e los caracteres han sido redondeados, con resultado desigual. Los trazos superiores del resto de las letras así como la "c" de cu[m], siguen el modelo gótico.

RB I/67