Para conocer el formato de un incunable atenderemos a la disposición de los corondeles (que son las líneas más separadas vistas al trasluz) y a la posición de la filigrana o marca de agua cuando la haya. El formato folio tiene los corondeles verticales y la filigrana completa figura se transparenta en el centro; en el formato cuarto, los corondeles están en posición horizontal y media filigrana coincide en el  centro del doblez interno del pliego. El formato octavo presenta corondeles verticales y un cuarto de filigrana se visualiza en la parte superior del doblez interno. Normalmente el formato viene dado por el número de veces que se dobla un pliego para formar el cuaderno: con un doblez se obtiene el folio; con dos el cuarto; con tres el octavo y así sucesivamente. Sin embargo, al examinar los incunables es frecuente encontrar secuencias irregulares de cuadernos, abundante uso de medios pliegos, mezcla de formatos y otras aparentes anomalías.